OURENSE
En su origen, se habla de un enclave auriense; otra versi�n se refiere a las aquae urente. Porque, aunque es la �nica provincia gallega sin mar, tiene r�o y muchas fuentes termales. Tras sufrir incursiones �rabes y normandas, fue capital del reino suevo e importante ciudad en la Edad Media. En el siglo pasado era conocida como la �Atenas gallega� y tambi�n como a terra da chispa, por ser patria de afiladores. Quedan casonas se�oriales adornadas por g�rgolas, dinteles, balconadas y recargadas cornisas. Sobresalen, adem�s de Santa Mar�a Nai, con restos medievales pertenecientes a la antigua catedral, las iglesias de Santa Eufemia y la Trinidad, con sus torres cil�ndricas. Desde la Plaza Mayor, porticada en su mayor parte, parten los recorridos principales. No hay que perderse los pazos de Oca-Valladares y de Taboada, las m�ltiples plazas ��Madalena, Ferro, Trigo, Cid (Eironci�o dos Cabaleiros), Corregidor�� o los jardines del Pos�o y la Alameda. En el casco hist�rico el tiempo parece detenerse. Podemos hacer lo mismo para probar la famosa la tarta de casta�as en alguno de los caf�s de la r�a Real o la del Paseo, o unas tapas y vinos en calles como Lepanto, La Paz o Fornos. Los parques de San L�zaro y Mi�o son las zonas verdes m�s frecuentadas de la ciudad. En las inmediaciones se puede visitar el conjunto arqueol�gico de Santom�, con restos castre�os y romanos. (c) 2009 Herminia Bevia Villalba
Puente Viejo (Ponte Vella)
El puente sobre el r�o Mi�o, cuyos pilares de cimentaci�n siguen siendo romanos, formaba parte de una guarnici�n de la v�a XVIII. La construcci�n se sit�a entre el reinado de Trajano y el de Augusto. Su serie de arcos apuntados, 7 de los 11 originales, se�ala su reconstrucci�n medieval en el siglo XIII, cuando se incorporan el gran arco central y las rampas. Las torres con las que contaba fueron eliminadas en las reparaciones de los siglo XVII y XIX. Constituye una de las se�as de identidad de la ciudad junto con las fuentes termales y la catedral. Al lado est� la capilla de Nuestra Se�ora de los Remedios, del siglo XVI, donde se celebra una popular romer�a.(c) 2009 Herminia Bevia Villalba
Catedral de San Marti�o
El templo original fue fundado por Teodomiro en honor a San Mart�n de Tours en el siglo VI. Fue reedificado entre los siglos XII y XIII en estilo rom�nico tard�o. En la construcci�n, un poco desordenada, resaltan el cimborrio g�tico-renacentista del siglo XV y el p�rtico del Para�so, remedo del de la Gloria de Santiago, con esculturas coloreadas. Las almenas de la puerta sur dejan constancia de la fortaleza que fue en tiempos. Un siglo m�s tarde se a�adieron las torres de San Mart�n y del Reloj. Sobresalen las tres naves ojivales, el retablo g�tico del altar mayor y la capilla del Santo Cristo. En el altar destaca el frontal con esmaltes de Limoges. En el Museo Catedralicio, adem�s de espl�ndidas tallas, podemos ver el Tesoro de San Rosendo y el ejemplar mejor conservado del Misal de Monterrey, primer libro impreso en Galicia. (c) 2009 Herminia Bevia Villalba
Iglesia y convento de San Francisco
El primitivo templo rom�nico, levantado en el siglo XIII, qued� arrasado a causa de un incendio. La posterior iglesia g�tica fue reconstruida en el siglo XIV y trasladada, piedra a piedra, desde su ubicaci�n original en la parte alta de la ciudad hasta el actual emplazamiento en el parque de San L�zaro. En el exterior de la iglesia destaca el roset�n de la fachada con triple arquivolta. Dentro de la �nica nave hay una serie de sarc�fagos g�ticos. En lo que fue el antiguo convento, en el barrio de San Francisco, se conserva un precioso claustro ojival de 63 arcos apuntados sobre dobles columnas, el m�s completo de Galicia en su g�nero. (c) 2009 Herminia Bevia Villalba
Palacio Episcopal antiguo
Se han hallado restos que hacen suponer que aqu� estuvo el Pretorio en �poca romana. Durante la capitalidad, en el siglo VI, fue palacio de los reyes suevos. El actual edificio data del siglo XII, cuando se convirti� en sede del Obispado. De ese periodo son las arquer�as que se conservan en la fachada, el patio interior y las ventanas de la galer�a superior. A pesar de las distintas etapas y modificaciones mantuvo la planta en L del palacio rom�nico, aunque en el siglo XIV se a�adi� una torre g�tica. El Museo Arqueol�gico que acoge contiene herramientas y armas prehist�ricas, restos de las culturas castre�a y romana, estatuas, tallas, sepulcros. (c) 2009 Herminia Bevia Villalba