JORGE TUTOR, TRAVEL PHOTOGRAPHY

In this ugly time, the only true protest is beauty. (Phil Ochs)

 
       
ESPAÑA GALICIA   PROVINCIA DE A CORUÑA

SANTIAGO DE COMPOSTELA

Aunque se han descubierto necrópolis anteriores, se fecha su fundación en 813. Tras el descubrimiento de un arca, probablemente romana, el obispo Teodomiro convenció al rey Alfonso II de que se trataba de los restos del apóstol. El monarca ordenó la construcción de la primera basílica y el lugar pasó a convertirse en una de las capitales del mundo. Su historia está ligada a la Iglesia: el arzobispo Gelmírez la fortificó, consolidó y modernizó; los tres arzobispos Fonseca promovieron la construcción de iglesias, conventos, colegios y hospitales, y uno de ellos impulsó en el siglo XV la Universidad. Fue ciudad amurallada hasta el XIX y ahora es sede de la Autonomía.

Para apreciar su grandiosidad hay que contemplarla desde alguno de sus miradores como el monte Pedroso, la Alameda o Belvís. Después de recorrer la Herradura o pasear entre los robles centenarios de San Lorenzo, conviene visitar los barrios y mercados para comprobar que no se trata de un decorado. Actualmente se construye la futura Ciudad de la Cultura entre el río Sar y el monte Galás. El contraste, en este caso, lo pone el edificio románico mejor conservado de Santiago, la cercana colegiata de Santa Maria la Real, encargada por Gelmírez. (c) 2009 Herminia Bevia Villalba

SANTIAGO DE COMPOSTELA I

(7 álbumes)

              SANTIAGO DE COMPOSTELA II

(5 álbumes)


Catedral de Santiago              

Iniciada en 1075, tiene cuatro fachadas que se corresponden con cuatro plazas: Hospital o Mayor, Platerías, Quintana y Azabachería o Inmaculada. Bajo la escalinata de doble tiro de la portada barroca del Obradoiro, ambas de los siglos XVII-XVIII, está la primitiva catedral. Sobre ella, el Pórtico de la Gloria, que alguien llamó “Divina Comedia en piedra”. El artífice, Maestro Mateo, aparece orando acompañado de santos y profetas. Tiene tres arcos, el central dividido por un parteluz, rematados por la estatura sedente del apóstol. El tímpano central está presidido por Cristo rodeado de los evangelistas y los 24 ancianos del Apocalipsis, mientras que las columnas reposan sobre monstruos. A la izquierda de la catedral está el Palacio Arzobispal de Gelmírez, interesante muestra de arte civil románico; a la derecha el claustro gótico-renacentista con la sala capitular. Ya dentro, destaca el triforio románico, la cabecera y capilla mayor y el altar del santo. Uno de los cuerpos laterales, con torres piramidales escalonadas, encierra el Tesoro y el Archivo catedralicios. Y, en su interior, joyas como el Códex Calistinus, piezas arqueológicas, custodias y relicarios, imágenes, tapices, estandartes de viejas batallas, lámparas votivas... Otra peculiaridad es el botafumerio, incensario litúrgico que antes servía para disimular el hedor de las muchedumbres que se agolpaban en el templo. (c) 2009 Herminia Bevia Villalba

 

(5 álbumes)

   

Hostal de los Reyes Católicos              

Junto con la catedral, el palacio de Rajoy y el colegio de San Jerónimo en el lado sur, completa las edificaciones de la plaza del Hospital o Mayor, a la que da la fachada oeste. Mandado construir por los Reyes Católicos, fue antiguo hospital y albergue de peregrinos, hospicio y ahora Parador nacional. El estilo original, gótico tardío, incorpora toques renacentistas y platerescos. En el exterior resalta la portada, similar a un retablo, enmarcada por los escudos real e imperial. Alrededor de la antigua capilla (salón de música) se disponen, a modo de pequeños claustros, cuatro patios de los siglos XVI y XVII con arcos en las galerías interiores. (c) 2009 Herminia Bevia Villalba


Barrio antiguo

           

En el casco histórico, antes amurallado, se concentran la mayoría de los monumentos. Bajo los porches de la rúa Nova asoman casonas ostentosas o sobrias y en la también porticada do Vilar merece una parada la Casa del Deán. En el Cantón do Toural destaca una antigua fachada barroca, mientras a lo largo de las dos Algalias, Casas Reales y Preguntoiro se suceden palacios neoclásicos y renacentistas. La rúa do Franco acoge el hermoso claustro renacentista y la torre del Colegio de Fonseca. Por Caldeirería se llega a la plaza Cervantes y la Plaza de Abastos. Y tomando la de las Ánimas se alcanza la Porta do Camiño. (c) 2009 Herminia Bevia Villalba


Plaza de la Quintana
           

A este espacio, vacío y lleno al mismo tiempo, se abren la Puerta Santa y el Pórtico Real de la catedral, un hermoso palacio porticado, la Casa de la Conga o de los Canónigos y, enfrente, la Casa de la Parra. No obstante, los elementos más impactantes son la ancha escalinata y el impresionante muro del monasterio benedictino de San Paio, fundado en el siglo IX y ocupado por monjas de clausura cuyo canto se escucha cada día. El punto más descollante es la Torre del Reloj o Berenguela, nombre también de la mayor campana de la catedral. La parte inferior de la plaza es conocida como Quintana dos Mortos, por ser la ubicación de un antiguo cementerio, y la alta como Quintana dos Vivos. (c) 2009 Herminia Bevia Villalba


Monasterio de San Martiño Pinario            

En la plaza de la Inmaculada o Azabachería, se levanta este antiguo monasterio benedictino, que después fue Seminario conciliar y ahora museo. Es el segundo más grande de España, tras el Escorial. En el exterior de la iglesia, destacan la portada plateresca y la hermosa escalinata barroca, inspirada en la de la catedral. El interior tiene planta de cruz latina con tres naves longitudinales y una transversal. Hay que destacar los retablos, el púlpito y la sillería del coro. El convento es mucho más sobrio, aunque en la fachada se elevan cuatro enormes columnas dóricas y una torre de cinco cuerpos. Dispone de dos claustros, primitivo y procesional. En el verano se ofrece alojamiento. (c) 2009 Herminia Bevia Villalba

(3 álbumes)

 

 Iglesia y convento de Santo Domingo de Bonaval,            

El conjunto, que mezcla románico y gótico, fue construido entre los siglos XIII y XIV. La iglesia contiene cuatro interesantes sepulcros, además de buenas tallas y retablos barrocos. Se ha convertido en Panteón de gallegos ilustres, donde descansan los restos de Rosalía de Castro y Castelao entre otros. Sobresale el atractivo claustro con crucero gótico, hoy destinado a exposiciones y conciertos. Lo primero que atrae la atracción en el convento, actual sede del Museo do Pobo Galego, es la triple escalera espiral: cada ramal conduce a un piso independiente. La parte más elevada del parque del convento constituye uno de los miradores de la ciudad. (c) 2009 Herminia Bevia Villalba

 

(3 álbumes)

   

Cidade da Cultura              

 

En Santiago de Compostela, en la cima del monte Gaiás, se encuentra uno de los ejemplos más recientes de la arquitectura de autor. El complejo de edificios diseñado por Peter Eisenman, inspirado en las formas de una concha de vieira y todavía inacabado, oculta bajo sus líneas onduladas unos magníficos espacios, 148.000 metros cuadrados, destinados a sala de exposiciones, sede de la Biblioteca y Archivo de Galicia y, en un futuro, los del Museo de Galicia, Centro de la Música y de las Artes Escénicas, y el Centro de Arte Internacional.

Colores intensos de cuarcita húmeda, torres o chimeneas de vidrio y granito azulado, alturas discontinuas, estriadas o lisas, y rampas con vistas a una gran explanada, sobre las que se sientan los visitantes curiosos que se acercan a descubrir, admirar o criticar unos espacios nuevos que no ocultan sino que perfilan de un modo diferente la ciudad mítica de Santiago de Compostela y sus caminos de peregrinaje.

El interior de la biblioteca es inmenso y magnífico. Los futuros lectores disfrutarán de espacios de lectura y encuentro llenos de luz, descubiertos y distribuidos en diferentes alturas, unidos por escaleras de líneas desviadas, con estanterías y mesas de un blanco inmaculado, contrapuestas y enfrentadas a modo de laberinto. La luz llena todos los espacios entrando por ventanales que no pretender aislar del exterior sino más bien dejar pasar la sombra de tejados imposibles. El encanto de la oscuridad, propio de las antiguas salas de lectura monásticas y académicas, se recuerda en las fotografías de bibliotecas históricas que decoran paneles y muros de la sala de la planta baja.  © 2011 Abiyoyo SL

 

(5 álbumes)